La liga es un devenir de pequeñas locuras

Después de la victoria del Madrid en el Camp Nou, todo parecía claro. Muchos pensaban que a los blancos no se les iba a escapar la Liga, y llegaron Enero y Febrero. Al Madrid le costó subir la cuesta de Enero, y cuando llegó Febrero estaba tan arriba que se cayó. Los de Rijkaard dieron la sensación de que no podían caer más bajo después de la derrota en el clásico, y entonces se dieron cuenta de que sólo trabajando se podía seguir adelante. El Barcelona empezó a jugar, a hacer correr a la pelota, y no a correr detrás de balón. Aparecieron los resultados, y se vió buen fútbol, o por lo menos intención. La gente empezó a creer, mientras en la capital se perdían puntos día si y día también. La prensa se empapó de portadas que hablaban de remontada, de repetir la herórica como el año pasado los pupilos de Capello. Pero falta algo muy importante que no se ve en los azulgrana, y es el compromiso. El Madrid del año pasado sacó todo lo que tenía, que para mi no era tampoco nada del otro mundo, y a base de corazón, unidad, y esfuerzo, ya que jugar saben porque son jugadores que pertenecen a plantillas de mucho nivel, pudieron llevarse un título que parecía imposible. Beckam fue a la grada, Raúl volvió, Roberto Carlos dio su último pulmón, Higuaín apareció cuando Ruud no era suficiente, Sergio Ramos empujó, y Iker salvó. Y con eso y algo más, se logró un "sprint" final histórico.
La Liga es demasiado larga, o demasiado corta. Depende como se mire. Pero la temporada pasada yo la asemejo a la fase final de un campeonato de Europa o del mundo. Es decir, tener al mayor número de jugadores de tu plantilla al meyor nivel posible durante un periodo de tiempo. Capello eligió Mayo y Junio. No se equivocó. Rijkaard no sé si tiene pensado un plan b para este final de temporada, pero está claro que debe de manejar posibilidades porque cobra para eso y más. Y sus jugadores igual. Creo que el problema radica en el vestuario y su disciplina. Ya el año pasado se vieron las consecuencias y sino se cambia es dificil mejorar. En estos casos lo mejor es la autocrítica. Sólo así se mejora.
El Madrid tendrá que mejorar mucho sino quiere verse sorprendido, y el Barcelona lo mismo si no quiere perder de vista a los de Schuster. Es más, ahora está más cerca el Villarreal que el Madrid, y una tercera posición al final de la Liga no creo que le haga mucha gracia ni a Laporta, ni a los socios.
Moraleja: ¡Qué nadie se duerma!